Un año medio complicado, estrés y cansancio deja el cuerpo con muchas energías negativas que a veces uno tiene que descargar, pensar en nada y dejarse llevar.
Y que mejor que un viaje, una escapada, una salida que te desconecte un poco del mundo repetitivo del día a día y dejé escapar y volar tu mente, cerrar los ojos y simplemente escuchar el sonido de la naturaleza, el viento, ese sonido que no dice nada pero lo sentís y te llena de energía.
Cristian S.M.