Uno a veces cree en las personas, cree saber la verdad, cree saber lo que sienten, cree saber lo que dan. Pero llega un momento que la verdad sale a la luz en forma de gritos, en forma que nunca esperaste que pasara. Pero pasa, y mas seguido de lo que uno cree.
A que vamos con todo esto, a que uno nunca en realidad nunca sabe a quienes tiene al lado, no conoce realmente a esa persona, aunque cree que si; pero no. No importa si son amigos, colegas o incluso familiares, y en esta categoría esta lo que mas duele.
Y que pasa en estos momentos, cuando uno se encuentra en no saber que hacer, ni como actuar, que decir, para no terminar siendo lo mismo que los que atacan. Preferible callar y dejar que, como dice la expresión, “si los perros ladran, sancho, es señal que cabalgamos”
En fin, no hay mucho para acotar, solo entender que uno da lo mejor de si, y si no es apreciado, porque uno ayuda, apoya, pero llega un punto que no se puede dejar atropellar, debe desistir y salir.